16/7/09

El "hestío"

El “hestío” era un nombre del hastío estival, una cara del estío hastiado, dos palabras en una.

Hoy, blogs y redes sociales están que echan fuego, entre vacaciones que no llegan o acaban y jornadas continuas que continúan, mañana y tarde. Qué lejos el tiempo de silencio de aquellos veranos de hastío, en los que cada largo día pesaba igual que el anterior pero siempre siempre había lugar para la sorpresa. Porque nos quedaba la noche, que si no era perfumada por el jazmín lo era por una piel desconocida. Porque nos quedaba otro día. Los cambios van llegando en forma de horas a destiempo, de idénticas prisas y presiones, de las mismas satisfacciones mínimas y fugaces, casi inadvertidas. La añoranza es refrescante, al modo de la brisa o el mojito. Mientras sopla, desde el pasado o hacia otros paisajes, la añoranza acaba siendo una insignificante vía de escape. La tenemos tan a mano como el blog personal. En la húmeda pradera del Raposo y el cine al aire estrellado de Martos, en el amanecer desde la Sierra de la Pandera y el atardecer sobre el Llano de Ucanca, en la desértica compañía de las playas de Mónsul y los Genoveses. Son experiencias al alcance de un recuerdo, personal como el blog. Aquellos veranos en el sur eran más dulces o aburridos que cansados. Parecía haber tiempo para todico.

Hoy el verano tampoco ha tenido nada de “hestío”.

[jfgras. Afueras de Béjar. 2006]

3 comentarios:

  1. hestío, todo un hallazgo. Mira google.

    ¿Más nostalgia?

    ResponderEliminar
  2. Tu blog es muy personal y está muy bien pero tampoco estaría mal un viaje antes de que el hestío te queme.Me han gustado los sitios que nombras.

    AH!, !!felicidades¡¡.

    Chao

    ResponderEliminar
  3. Ya te tengo en mi bloglines. Te seguiré leyendo y releyendo y hasta comentando....

    Un abrazo.

    ResponderEliminar