29/9/10

Sensaciones

Diez millones de personas asalariadas han ido hoy a la huelga. Leo esa cifra y leo otras. Los sindicatos convocantes de la huelga general hablan del 70% de participación. Otras fuentes apenas han dado todavía ni cifras ni porcentajes. A lo largo de los últimos días se ha hecho memoria de las huelgas de 2002 o del 14-D. La huelga general del 14 de diciembre de 1988 no fue un éxito "incuestionable" ni "moderado", como está siendo la de hoy. Fue, sin más, un éxito. Por el seguimiento que tuvo y porque logró el objetivo de parar una reforma laboral. ¿Alguien recuerda cifras o porcentajes exactos de aquel frío día de diciembre? Se recordará que logró su objetivo. Y quedarán, entre quienes la vivimos, sensaciones. A cada cual las suyas.

Las mías también fueron contradictorias.
Secundé aquella huelga: estaba bastante de acuerdo con las razones, con los objetivos, con la forma como fue convocada. Hoy, no. No porque ya no sea trabajador "asalariado", sino porque he tenido más dudas que certezas (me lo han preguntado esta mañana: sí, conservo como autónomo mi carnet de CC.OO.). Comprendo muchos de los porqués, pero no comparto la oportunidad ni del momento ni de algunos mensajes lanzados para justificar la huelga de este 29 de septiembre. Lo que más claro veo es la necesidad de que los sindicatos salgan de esta movilización, un poco impostada, sin los sambenitos que busca colgarles la derecha cerril y reforzados en su papel de servicio; de servicio, no tanto a las estructuras creadas, como a los trabajadores y las trabajadoras. Y eso sólo será posible con gobiernos como el que ha sido destinatario de la huelga: gobiernos de partidos convencidos de la fuerza democrática del diálogo y la cohesión social. No parece que como consecuencia de la huelga se vayan a rectificar todas las medidas que han llevado a esta convocatoria. Eso formará en el futuro parte de la sensación que nos quede. De momento, mi sensación tiene que ver con el deseo de que los sindicatos se fortalezcan y, con ellos, los derechos sociales.

1 comentario:

  1. Cantaba Daniel Viglietti esta letra de Nicolás Guillén: "me matan si trabajo, me matan si no trabajo, siempre me matan, siempre me matan..."

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